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Hoy en día, con la creciente complejidad de los motores, el mantenimiento preventivo se ha convertido en una necesidad absoluta para asegurar la fiabilidad de los vehículos y reducir costes a largo plazo. Y es precisamente en este contexto donde los aditivos cobran todavía más sentido. Por eso, en este artículo te explicamos por qué son necesarios y cómo aplicarlos.
El mantenimiento preventivo ya no es opcional: ¡es esencial!
Demasiado a menudo se considera que los aditivos son simples “productos complementarios”, pero, en realidad son herramientas técnicas muy eficaces, capaces de actuar allí donde una intervención mecánica sería demasiado costosa, compleja o incluso innecesaria.
Es por ello que en Blinker te ofrecemos una amplia gama de aditivos que cubren todos los aspectos sensibles del vehículo: motor, combustible, refrigeración, escape, caja de cambios, etc. Empleados adecuadamente, estos productos ayudan a alargar la vida útil de los componentes, prevenir averías y mejorar el rendimiento general.
Los aditivos son una solución concreta a los desafíos que plantean vehículos que circulan más tiempo y en condiciones cada vez más exigentes: trayectos cortos y repetidos, atascos, contaminación, combustibles de calidad variable…
El motor: limpieza, protección y recuperación del rendimiento
Antes del cambio de aceite: una limpieza estratégica
Para empezar, recordamos que, si se realiza mantenimiento deficiente, el motor acumula residuos, gomas y barnices que dificultan la circulación del aceite. Y ya sabes: el aceite es la sangre del motor: lubrica, enfría, limpia y protege. Si no circula bien, todo el sistema se resiente.
En consecuencia, aconsejamos el uso de Engine Cleaner, un aditivo que se utiliza justo antes del cambio de aceite. Se aplica con el motor caliente y, en 15 – 20 minutos, disuelve las impurezas del circuito. Este sencillo gesto mejora la lubricación, reduce el desgaste mecánico y disminuye el riesgo de gripado.
Pequeñas fugas, grandes consecuencias
Por otro lado, hablemos de las fugas. Un leve goteo de aceite puede parecer insignificante, pero puede provocar una bajada del nivel, una pérdida de lubricación e incluso contaminación. El aditivo tapafugas de Blinker actúa como solución temporal para sellar esas fugas, regenerando las juntas desgastadas del cárter.
Este tipo de aditivo es especialmente útil en vehículos antiguos o tras una inspección técnica. Combinado con el detector de fugas UV Blinker, permite una detección rápida y limpia sin desmontar nada, facilitando el diagnóstico en el taller.
¿Pérdida de compresión?
Como ya sabes, un motor con muchos kilómetros puede sufrir pérdidas de estanqueidad interna debido al desgaste de los segmentos de pistón. ¿El resultado? Pérdida de potencia, humos y una combustión desequilibrada. Este aditivo para aceite del motor aumenta la viscosidad del aceite, mejorando la estanqueidad y el rendimiento del motor.
Y si el motor empieza a quemar aceite y genera humos visibles (blancos o azulados), el aditivo antihumos es tu aliado, especialmente antes de pasar la ITV. Reduce los efectos visibles de un motor desgastado sin necesidad de una intervención mecánica inmediata.
Protección duradera con Blinkceramik
El Blinkceramik es un aditivo de alta gama con base cerámica, diseñado para proteger las superficies metálicas internas del motor. Reduce la fricción, prolonga la vida útil de las piezas y disminuye la temperatura de funcionamiento del motor.
Es ideal para motores modernos, deportivos, vehículos industriales o de alta gama. Este tratamiento es una garantía de durabilidad, especialmente en condiciones de uso exigentes o intensivas.
Inyectores limpios, combustión controlada
Con la llegada de los sistemas de inyección de alta presión, los inyectores se han convertido en piezas clave. Por tanto, el mínimo depósito puede alterar el caudal, afectar la pulverización y provocar una combustión irregular, lo que se traduce en vibraciones, pérdida de potencia o emisiones excesivas.
Los aditivos limpiadores de inyectores diésel y gasolina funcionan sin necesidad de desmontarlos, mejorando el caudal y la regularidad de la pulverización. Lo ideal es utilizarlos cada 10.000 a 15.000 km o antes de una inspección técnica.
ADITIVOS PARA COMBATIR los efectos del frío y la humedad
El invierno o el almacenamiento prolongado del combustible son causas frecuentes de averías. El aditivo anticongelante evita la cristalización del gasóleo a bajas temperaturas, garantizando una fluidez óptima hasta los -25 °C. Es adecuado para todo tipo de vehículos con motor diésel: coches, camiones, maquinaria agrícola, etc.
Por su parte, Blinker también dispone de un aditivo especialmente indicado para eliminar y evitar la aparición de algas, hongos, bacterias y otros microorganismos en los sistemas de combustible diésel y biodiésel. Es producto también evita la acumulación de agua en el depósito y encapsula la existente para su eliminación sin riesgo.
Tratamientos para motores con problemas
Cuando los inyectores están muy obstruidos o el motor emite humos, es momento de recurrir a tratamientos más intensivos:
- Los Aditivo Diésel Pro y Aditivo Gasolina Pro limpian a fondo todo el circuito de combustible.
- El Super Tratamiento Pre-ITV actúa de forma suave pero eficaz, tanto en motores diésel como gasolina.
Estos productos son especialmente útiles antes de una inspección de emisiones.
Sistema de escape: AdBlue, catalizador y FAP/DPF
AdBlue: ¡un sistema tan útil como delicado!
Los motores Euro 6 equipados con sistemas SCR necesitan AdBlue para funcionar correctamente. Sin embargo, este líquido puede cristalizar y dañar los inyectores o el depósito. El aditivo para AdBlue (0459760) previene la formación de cristales y protege todo el sistema de inyección AdBlue, mejorando su durabilidad y evitando averías.
Catalizador de gasolina: limpieza sin desmontaje
Si el catalizar se obstruye, afecta negativamente a la combustión. ¿La solución? El aditivo limpiador de convertidor catalítico, que se añade al depósito de gasolina, disuelve los residuos de combustión y restaura la eficacia del catalizador sin necesidad de desmontarlo.
Mejora el funcionamiento del filtro de partículas FAP/DPF
Cuando el FAP está obstruido, el aerosol DPF Cleaner permite limpiarlo sin desmontaje, mediante una sonda que se introduce directamente en el filtro. Restaura el flujo de gases de escape.
Asimismo, como medida preventiva —especialmente en vehículos de uso urbano que no alcanzan temperaturas suficientes para regenerarse de forma natural— el DPF Activator reduce la temperatura de combustión de las partículas, facilitando su eliminación.
Caja de cambios: suavidad, protección y durabilidad
Las cajas automáticas modernas requieren una lubricación impecable. El aditivo ATF Flush limpia los circuitos antes del cambio de aceite, eliminando depósitos internos y preparando la caja para recibir el nuevo lubricante en condiciones óptimas.
Admisión de aire: potencia y combustión bajo control
Cabe recordar que un motor necesita un flujo de aire limpio y constante para funcionar correctamente. No obstante, con el tiempo, se acumulan residuos en el colector de admisión, el turbo o la válvula EGR, afectando la combustión.
En consecuencia, es necesario el uso de un aditivo. El limpiador de admisión es un spray que disuelve los residuos y restaura un flujo de aire óptimo, mejorando la respuesta del motor y reduciendo el consumo.
Circuito de refrigeración: fugas y sobrecalentamiento
¿Pequeñas fugas? Solución rápida sin desmontar
Puedes localizar las fugas mediante el detector de fugas UV que ya hemos mencionado. El tapafugas para radiador es una solución rápida para sellar fisuras y pequeñas fugas en el circuito de refrigeración, aunque no debe considerarse como una reparación definitiva. Se endurece al contacto con el aire y permite seguir circulando sin riesgo inmediato.
Limpieza preventiva para evitar averías
Por último, el aditivo Radiator Cleaner Pro limpia los circuitos del sistema de refrigeración y previene la formación de lodos o bloqueos. Es un paso clave antes de cambiar el líquido refrigerante, sobre todo si el motor ha mostrado signos de sobrecalentamiento.
Conclusión: el mantenimiento preventivo al servicio del rendimiento
En fin, la gama de aditivos Blinker es un auténtico kit de supervivencia mecánica para los profesionales más exigentes. Al anticiparte al desgaste, la pérdida de rendimiento y las fugas, puedes alargar la vida útil de los vehículos y aumentar la satisfacción de tus clientes.
Incorporar estos productos en tus mantenimientos habituales te permitirá ofrecer un servicio más completo, fiable y rentable. Una ventaja técnica… ¡y también comercial! 😉
