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El óxido es el enemigo número uno de herramientas, maquinaria y estructuras metálicas. Si te enfrentas a este problema, ¡no te preocupes! En este artículo te mostraremos los métodos más efectivos para eliminar el óxido de forma segura y eficiente, tanto para pequeñas piezas como para grandes superficies. Y, lo más importante, sin dañar las superficies metálicas.
¿Por qué se oxidan los metales?
Como ya sabes, el óxido puede aparecer en nuestras herramientas de trabajo, en la maquinaria, en piezas de vehículos e incluso en superficies expuestas. Pero ¿por qué se produce?
El óxido es el resultado de una reacción química entre el hierro y el oxígeno en presencia de humedad. Esta reacción debilita el metal y lo hace más susceptible a la corrosión.
La oxidación de los metales no solo afecta la estética, sino que también compromete la durabilidad y funcionalidad de las piezas. Si no se trata a tiempo, el óxido puede provocar:
- Deterioro: el óxido puede perforar y debilitar el metal, reduciendo su vida útil.
- Pérdida de funcionalidad: las piezas oxidadas pueden atascarse o funcionar de manera incorrecta.
Métodos caseros para eliminar el óxido: ¿funcionan?
Existen numerosos métodos caseros para eliminar el óxido, como el uso de limón, vinagre y bicarbonato de sodio. ¿Has probado alguno?
Debes saber que estos métodos suelen ser lentos, poco efectivos y solo adecuados para superficies con oxidación superficial.
De hecho, tanto para quitar el óxido con limón como con la mezcla de vinagre y bicarbonato, se necesita esperar 48h. Y, aún así, después de ese tiempo de espera aún pueden quedar restos de óxido y suciedad.
Por eso, no los recomendamos.
En cambio, los productos profesionales ofrecen resultados más efectivos y duraderos. En Blinker, contamos con productos especializados para eliminar el óxido rápidamente y sin riesgo de dañar el metal. A continuación, te presentamos tres opciones que nunca fallan.
Métodos profesionales para eliminar la oxidación y proteger los metales
Los mejores productos para eliminar el óxido son los siguientes:
Convertidor de óxido
El convertidor de óxido transforma el óxido en una capa protectora, evita que avance la corrosión y deja la superficie apta para pintar (después de 2 horas de secado). Lo más destacado es que evita que el metal se vuelva a oxidar.
Desoxidante antical
El desoxidante antical limpia y elimina el óxido de forma rápida y eficaz, sin dejar residuos. Ideal para superficies medianas o pequeñas y piezas de difícil acceso.
Si la corrosión es superficial basta con dejarlo actuar de 5 a 10 minutos sobre la zona afectada. Si es profunda, el producto deberá estar en contacto varias horas. Después de los tiempos indicados, la zona tratada se debe aclarar con agua dulce.
También es un excelente desengrasante, descalcificante, quitaherrumbre y desincrustante.
Por último, es importante tener en cuenta que este producto no es de un solo uso, sino que se puede volver a emplear varias veces hasta que deja de ser efectivo por su cambio de acidez al estar en contacto con el óxido.
Amoladora y disco de láminas
El lijado con amoladora, también llamado ‘método por abrasión’ sirve para eliminar capas de óxido más gruesas y resistentes. La fricción ayuda a eliminar las capas de óxido más incrustadas, aunque tengan pintura o suciedad, incluso en áreas difíciles.
Los resultados que se consiguen con este método son excelentes, pero hay que recordar que antes de lijar con la amoladora, la superficie a tratar debe limpiarse con un desengrasante.
No olvides que, para cualquier trabajo con la amoladora, siempre debes utilizar guantes y gafas de seguridad.
¿Cómo elegir el mejor método para quitar el óxido?
La elección del método más adecuado dependerá del tipo de óxido, el material a tratar y la extensión de la superficie afectada. Te recomendamos que sigas estos consejos:
Evalúa el nivel de oxidación
Si el óxido es superficial, puedes utilizar productos como el convertidor de óxido o el desoxidante antical. Para óxido más incrustado, la amoladora puede ser la mejor opción.
Considera el material
Algunos materiales son más sensibles a ciertos productos. Consulta las instrucciones del fabricante antes de aplicar cualquier tratamiento.
Valora la superficie afectada
La extensión de la superficie oxidada y sus características de accesibilidad también influyen a la hora de elegir el producto más adecuado.
El convertidor de óxido es ideal para tratar zonas amplias y dejar la superficie lista para pintar. Puede aplicarse en estructuras metálicas, verjas, puertas, maquinaria, embarcaciones, carrocerías, calderas, canteras, etc.
El desoxidante antical es aconsejable para eliminar grandes manchas de óxido sobre pintura, mamparas, depósitos, silos, escaleras, barandas, tuberías, grifería, calentadores… y para realizar la limpieza profunda de piezas mecánicas, chapas, embellecedores o cromados, entre otros.
Sin embargo, el uso de desoxidante no es adecuado para aleaciones de metales ligeros, aluminio virgen o anodinado, latón, zinc, estaño, mosaicos, terrazos y mármoles.
Conclusiones
Más allá del método escogido, recuerda utiliza guantes y gafas de seguridad al trabajar con productos químicos o herramientas abrasivas.
Ahora ya lo sabes, con los productos de Blinker tienes todo lo necesario para eliminar el óxido sin dañar el metal.
En conclusión, acabar con el óxido no tiene por qué ser una tarea complicada. Con los productos adecuados y siguiendo las indicaciones de uso, podrás restaurar tus metales y prolongar su vida útil. En Blinker, te ofrecemos una amplia gama de soluciones para combatir la corrosión y proteger tus equipos.
¡No dejes que el óxido arruine tus herramientas y maquinaria!
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