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La vida útil de un tubo de escape depende de varios factores: el uso del vehículo, la calidad de los materiales y la frecuencia del mantenimiento. Con el paso del tiempo, no es raro que aparezca el óxido. ¿Qué se debe hacer si tubo de escape se oxida? ¿Hay alguna forma de prevenir el óxido? Hoy hablaremos sobre cómo reparar un tubo de escape oxidado y los mejores métodos para solucionar este y otros problemas.
Restaurar un tubo de escape puede parecer una tarea complicada, pero, en este artículo, te guiaremos paso a paso para que puedas realizar esta tarea de manera eficiente y segura.
Inspección del tubo de escape: problemas comunes
Antes de empezar, es crucial identificar el problema específico del tubo de escape. Para ello, hay que realizar una inspección. Como ya sabrás, los problemas más comunes en los tubos de escape incluyen óxido, agujeros, fisuras y obstrucciones.
Más adelante en este artículo veremos cómo solucionarlos, pero, primero hablaremos de por qué se generan.
- El óxido se produce por la exposición a la humedad y a los agentes corrosivos, ya que los tubos de escape están expuestos a cambios de temperatura extremos y a la humedad del ambiente.
- Los agujeros en los tubos de escape suelen ser el resultado de la corrosión prolongada. Con el tiempo, el óxido puede debilitar el metal del tubo de escape, creando puntos débiles que eventualmente se convierten en agujeros. Además, los impactos con objetos en la carretera o el desgaste natural del material también pueden causar agujeros.
- Al igual que los agujeros, las fisuras pueden ser causadas por golpes o impactos con objetos en la carretera y por el desgaste natural del material por las vibraciones. Por otro lado, las variaciones de temperatura también pueden provocar la expansión y contracción del metal, lo que puede llevar a la formación de fisuras.
- Las obstrucciones pueden deberse a la acumulación de residuos y partículas dentro del sistema de escape, como hollín, carbono y otros desechos. Además, los convertidores catalíticos pueden obstruirse debido a la acumulación de partículas de carbono, lo que impide el flujo adecuado de los gases.
Para evitar estos problemas, es importante realizar un mantenimiento regular del sistema de escape. Esto incluye las inspecciones periódicas, así como la limpieza y protección del tubo de escape con productos adecuados.
Por tanto, recuerda que, para detectar estos problemas, debes llevar a cabo una inspección visual detallada y escuchar cualquier ruido inusual mientras el motor está en marcha. ¡Presta atención! Si notas humo excesivo o ruidos fuertes, es probable que haya una fuga.
Herramientas y materiales para reparar un tubo de escape
En general, para restaurar el exterior de un tubo de escape, necesitarás los materiales y herramientas del listado siguiente. No obstante, algunas reparaciones específicas pueden requerir otros productos.
- Cepillo abrasivo de láminas
- Llave fija doble boca
- Desengrasante
- Eliminador convertidor de óxido
- Desoxidante
- Pintura anticalórica
- Parche de escape o soldadura (dependiendo del daño)
- Brocha
- Lijadora autoaspiración
- Disco abrasivo
- Guantes de trabajo y gafas de seguridad
Preparación y limpieza
Primero, asegúrate de que el vehículo esté en una superficie plana y segura. Levanta el vehículo con un gato y asegúralo con soportes. Usa guantes y gafas de seguridad para protegerte durante todo el proceso.
Después, desmonta el tubo de escape del vehículo. Para eso, deberás aflojar las abrazaderas y tornillos que lo sujetan al sistema de escape.
A continuación, desmonta el silenciador con la llave fija de doble boca. Así evitarás dañarlo durante el proceso de restauración. Una vez desmontado, limpia el tubo con desengrasante para eliminar cualquier residuo de aceite y suciedad.
Cómo eliminar el óxido
El siguiente paso es comprobar el estado del tubo de escape y el grado de oxidación, para elegir la herramienta abrasiva más adecuada.
Tal y como ya hemos comentado, el óxido es uno de los principales enemigos de los tubos de escape. Para eliminarlo, utiliza un cepillo de láminas para raspar las áreas oxidadas.
Lija con cepillos de láminas pequeños las zonas de óxido y las zonas sucias de grasas de pequeño tamaño. Para las zonas más amplias, es aconsejable utilizar cepillos de mayor diámetro.
Para el silenciador de aluminio, utiliza la lijadora neumática de autoaspiración.
Tras el lijado del tubo de escape, puedes utilizar un desoxidante, producto de carácter ácido idóneo para limpiar el óxido de superficies metálicas, o de un convertidor de óxido, que reacciona con este último convirtiéndolo en un compuesto homogéneo que protege la superficie. Te recomendamos esta opción.
Así evitarás que el tubo se vuelva a oxidar en poco tiempo. Para aplicarlo, utiliza una brocha prensada.
Mantenimiento del tubo de escape: cómo reparar agujeros y fisuras
Si encuentras agujeros o fisuras, tienes dos opciones: usar un parche de escape o soldar la zona dañada. Para parches pequeños, aplica el parche de escape siguiendo las instrucciones del fabricante.
Si el daño es más extenso, corta la sección dañada y reemplázala con una nueva sección de tubo, asegurándote de soldar correctamente las uniones.
Cómo pintar un tubo de escape
Una vez reparado el tubo, aplica una capa de pintura anticalórica para proteger el tubo de futuras corrosiones. Pulveriza la pintura en spray sobre el silenciador y el tubo con el envase en posición vertical. Nuestro consejo es que apliques varias capas finas en lugar de una sola gruesa.
Asegúrate de aplicar la pintura en un área bien ventilada y deja secar completamente antes de reinstalar el tubo.
Cómo instalar el tubo de escape
Por último, vuelve a montar el tubo de escape en el vehículo, asegurándote de que todas las abrazaderas y tornillos estén bien ajustados. Enciende el motor y verifica que no haya fugas ni ruidos inusuales. Si todo está en orden, habrás completado con éxito la restauración del tubo de escape.
Consejos de seguridad
Para finalizar, te recordamos de nuevo 3 consejos de seguridad básicos que no debes olvidar:
- Siempre usa guantes y gafas de seguridad para protegerte de cortes y partículas voladoras.
- Trabaja en un área bien ventilada, especialmente cuando uses productos químicos y pintura.
- Por supuesto, verifica que el vehículo esté bien asegurado antes de trabajar debajo de él.
¿Tienes alguna duda? ¡Deja un comentario!