Hay averías de coche en las que, a la hora de hacer cálculos, se considera seriamente la posibilidad de cambiar de coche en lugar de pagar la reparación. Pero ¡no te asustes! Si realizas un mantenimiento adecuado y acudes a las revisiones anuales, tu vehículo tendrá una larga y próspera vida.

Siguiendo algunos consejos como el cambio del filtro de agua y aceite, el control de la velocidad, llevar una conducción eficiente y no hacer cambios bruscos al conducir, ayudarás a prevenir posibles fallos y riesgos innecesarios en la vía. Cuida tu coche y ahorra euros.

A continuación, enumeramos una lista con las averías de coche que mayores disgustos generan por la suma a la que asciende la factura de reparación.

Inyectores de combustible

¿Aumento excesivo en el consumo de combustible? ¿dificultades para arrancar el motor? Si ambas respuestas son afirmativas, quizás te estés enfrentando a una avería en los inyectores de combustible. Estos fallos se detectan tanto en las aceleraciones, como al circular a velocidades altas. Para evitarlo, lo recomendable es hacer los cambios de filtros oportunamente y repostar en gasolineras de confianza.

Aire acondicionado

Si bien es un elemento que, a priori, no es indispensable, para muchos conductores es una costumbre circular con el aire encendido.

Si quieres evitar fallos y mejorar su funcionamiento, te recomendamos encenderlo, al menos, una vez al mes. Evita, de igual modo, la acumulación de polen y otras partículas que causan la proliferación de bacterias y malos olores.

Para enfrentarte a posibles malos olores, existen productos como el higienizante de aire acondicionado Blinker con el que podrás purificar el aire.

Junta de la culata

Este elemento de nuestro vehículo suele fallar debido a un sobrecalentamiento del motor. A pesar de estar diseñada para soportar altas temperaturas, el calor extremo puede acabar quemándola.

Cuando se repara esta pieza, por lo general, se sustituyen también la correa de distribución, la correa de servicio y en ocasiones, la bomba de agua para evitar secuelas producidas por el sobrecalentamiento.

Si queremos ahorrarnos el coste que supone repararla, es importante controlar los niveles de aceite, refrigerante y hacer los cambios en el momento oportuno.

Caja de cambios

Las cajas de cambios pueden ser manuales o automáticas y es una de las reparaciones más temidas porque si esta se llega a estropear, inmoviliza totalmente al vehículo.

Si quieres evitar que se produzca una avería, procura realizar un mantenimiento regular del vehículo: mantener el aceite limpio y al nivel que indique el fabricante, conducir a una velocidad prudente, acelerar de forma gradual y evitar hacer salidas bruscas… Una conducción suave y relajada alarga su vida útil. También es importante hacer la revisión anual del vehículo.

Correa de distribución

Si tu coche dispone de cadena en vez de correa ¡estás de enhorabuena! Si no es así, prepara la cartera. Dependiendo del motor y del modelo, el cambio de la correa de distribución tiene una factura que puede ascender hasta los 3.000 euros. La pieza como tal no es demasiado cara, el problema reside en las consecuencias que tiene sobre el resto de piezas en caso de romperse con el motor en marcha.

Cigüeñales

La pérdida de aceite es la manera más sencilla de identificar una falla en el cigüeñal, el cual suele dañarse por falta de lubricación, desgaste excesivo y sobreesfuerzo del motor.

Para repararlo es necesario cambiar el retén del cigüeñal, lo que implica desmontar una serie de elementos del motor.

Ahora que conoces estas averías de coche tan caras, recuerda que puedes evitarlas llevando un mantenimiento adecuado de tu vehículo. Vigila todos los indicadores y niveles de tu coche para garantizar una larga vida.