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Después de las vacaciones de verano, muchos coches llegan al taller con más desgaste del que aparentan. Altas temperaturas, viajes largos, carreteras secundarias y cargas pesadas dejan huella en los vehículos, aunque el conductor medio no lo note. Como profesional de la mecánica, tienes una oportunidad de oro: ofrecer una revisión del coche tras el verano completa, anticiparte a problemas y reforzar la confianza de tus clientes.
En este artículo, te damos las claves para hacer una revisión eficaz y algunos consejos prácticos para convertirla en una herramienta de fidelización y generación de valor para tu negocio.
¿Por qué ofrecer una revisión del coche tras el verano?
- Prevención de averías: detectar fallos antes de que generen problemas mayores protege al cliente… y fortalece tu imagen profesional.
- Fidelización real: los clientes aprecian cuando les evitas riesgos. Un informe claro y honesto tras la revisión les hará volver.
- Diferenciación: muchos talleres no ofrecen este servicio de forma proactiva. Adelántate.
- Buena rentabilidad: una revisión rápida puede derivar en servicios adicionales y oportunidades de venta cruzada: cambio de frenos, batería, neumáticos, etc.
Los componentes del coche que necesitan una revisión tras el verano
Antes de empezar, debemos recordar que los principales elementos que hay que revisar son los siguientes:
- Neumáticos
- Batería y sistema eléctrico
- Frenos
- Sistema de refrigeración y climatización
- Niveles
- Luces
En el siguiente apartado veremos cómo abordar cada uno de ellos y te daremos consejos útiles para fidelizar a tus clientes.
Revisión del coche paso a paso
A continuación, detallamos el procedimiento completo que debes seguir para realizar una revisión exhaustiva del vehículo después de las vacaciones. Veamos, paso a paso cómo revisar el coche después del verano.
Diagnóstico visual inicial
Al recibir el vehículo, empieza tu trabajo con una rápida inspección visual externa con el cliente delante. Mientras inspeccionas el coche, marca posibles anomalías (presión de neumáticos, desgaste, bajos, ruidos, escapes, faros…). Es una forma de:
- Generar confianza, ya que el cliente verá una muestra de tu metodología.
- Dejar constancia del estado inicial.
- Justificar futuras intervenciones.
Consejo: Crea una checklist específica para este tipo de inspecciones tras las vacaciones. Tanto para consultarla tú como para tus operarios, si los tienes. Te servirá para unificar procedimientos y no pasar nada por alto.
Neumáticos: desgastes tras viajes largos y calor
Cada verano, la DGT recuerda que no revisar la presión de los neumáticos antes de la “operación retorno” es arriesgado. Sin embargo, como profesional, sabes que muchos conductores hacen caso omiso a estas recomendaciones y no llevan a revisar el vehículo antes de viajar, aunque deberían.
Por eso, una vez finalizadas las vacaciones, revisa los neumáticos de los vehículos que lleven a tu taller. Comprueba:
- Presión en frío. Si el coche llega caliente, ajusta añadiendo 0,2–0,3 bar.
- Desgaste irregular o cristalización por calor prolongado.
- Revisión del dibujo: no solo por lo legal (1,6 mm), sino por seguridad: ideal mínimo de 2 mm.
Si la presión es baja, infla los neumáticos gradualmente con una pistola hasta alcanzar la presión recomendada. Si la presión es alta, libera aire presionando la válvula hasta que la presión sea la correcta.

Consejo: si ves un desgaste importante o una presión incorrecta, explica al propietario del vehículo el impacto que puede tener sobre aspectos como el consumo, el frenado o la estabilidad.
¡Truco extra! Si necesitas cambiar los neumáticos del vehículo, usa pasta de montaje de neumáticos. Conseguirás un montaje más rápido, seguro y eficiente, prolongando la vida útil de los neumáticos y llantas.
Revisión de batería y sistema eléctrico
El calor acelera las reacciones químicas dentro de la batería, lo que a largo plazo acelera el envejecimiento de los componentes internos. Las altas temperaturas pueden provocar:
- Evaporación del electrolito y, por tanto, que se reduzca el nivel de líquido necesario para que la batería funcione correctamente.
- Degradación de las placas de plomo y otros componentes internos.
- Mayor riesgo de sobrecarga.
En resumen, el calor del verano acorta la vida útil de la batería. De hecho, una batería expuesta a altas temperaturas de forma constante pueda durar hasta un 30% menos que una que opera en condiciones más templadas.
Por ello, después del verano, es importante revisarla. Prueba su carga con un tester de baterías. Además, debes tener en cuenta:
- Atención especial a coches con más de 3 años: son más vulnerables tras el verano.
- Comprueba también cableado, alternador y estado de bornes. Puede ser necesario aplicar un spray protector de bornes para proteger los polos y contactos metálicos de la batería frente a la humedad y la corrosión.

Consejo: si la batería está en el límite, ofrécele al cliente un cambio preventivo y explícale cómo evitar quedarse tirado en invierno.
Frenos: atención al desgaste térmico
Tras viajes con frenadas constantes (como bajadas de montaña o tráfico denso) o con una sobrecarga, los frenos sufren. Si se observan síntomas como vibraciones, ruidos o un pedal de freno blando, es importante revisar el sistema de frenos lo antes posible para evitar problemas mayores.
En consecuencia, te recomendamos:
- Comprobar el estado de pastillas y discos.
- Medir el nivel y color del líquido de frenos: si está oscuro, cámbialo.

Consejo: si puedes mostrarle al cliente la diferencia entre un líquido viejo y uno nuevo, será más fácil que apruebe el cambio.
Sistema de refrigeración y climatización
Después de las vacaciones, muchos clientes llegan con quejas de que “el aire no enfría igual” o que “el coche se calienta más”. ¿Te ha pasado? Seguro que oyes estas quejas todos los veranos. Revisa:
- Nivel y color del líquido refrigerante.
- Estado del radiador, manguitos y electroventilador.
- Presión del circuito de A/C y filtro antipolen.
Si tus clientes se quejan de malos olores provenientes del sistema de aire acondicionado de sus coches, deberías leer este artículo.

Consejo comercial: ofrece una limpieza de circuito o recarga con revisión de fugas. Para fidelizar al cliente, te recomendamos añadir un pequeño descuento si lo combina con otro servicio.
Revisión completa de niveles
Una simple revisión de los niveles puede evitar muchos quebraderos de cabeza y posteriores reparaciones costosas. Por tanto, revisa:
- Aceite del motor.
- Líquido de frenos.
- Líquido limpiaparabrisas.
- Refrigerante.
Verifica no solo el nivel, sino también el estado (color, viscosidad).

Consejo: Ofrece cambios si están degradados y explica al cliente cómo afecta a la durabilidad de su vehículo.
Luces, visibilidad y equipamiento
La iluminación es un aspecto esencial para la seguridad en las carreteras. Por eso, es fundamental que los intermitentes, las luces de freno, las luces altas y bajas… funcionen a la perfección.
El verano deja residuos, insectos y suciedad acumulada en faros, luneta y sensores. Verifica:
- Funcionamiento de todas las luces.
- Estado de faros (pulido si están opacos).
- Escobillas y nivel de lavaparabrisas.
- Sensores de lluvia o aparcamiento, si los tiene.

Recomendación: incluye una limpieza exterior rápida con entrega del coche. Este detalle marca la diferencia y mejorará la experiencia de tus clientes.
Revisión de elementos obligatorios
Para finalizar, comprueba que el vehículo lleva todo lo necesario para garantizar la seguridad en carretera:
- Chaleco reflectante para que, en el caso de avería o accidente, el conductor pueda salir del vehículo y caminar por el arcén. La normativa vigente en España señala que es obligatorio llevar un chaleco reflectante homologado.
- Triángulos o baliza V-16. Hasta el 1 de enero de 2026, se puede usar tanto los triángulos, como la señal luminosa con o sin geolocalización. Después de esa fecha, los triángulos dejarán de ser un dispositivo reglamentario de señalización y a partir de ahí, lo único permitido para advertir de las incidencias será la señal luminosa con geolocalización.
- Kit antipinchazos o rueda de repuesto. ¡Más vale prevenir!
Conclusión
La revisión tras el verano no es solo una necesidad técnica: es una herramienta comercial y relacional que te permite anticiparte a fallos, ganar la confianza del cliente y diferenciar tu taller. Con una metodología clara y una buena comunicación con tus clientes, puedes transformar una revisión sencilla en una experiencia memorable y rentable.
Tú eres el/la profesional: convierte esta temporada en una ventaja para tu negocio.


