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¿Qué es un remache?
El remache es un sistema de fijación, cuya finalidad es parecida a la de un tornillo; unir de forma permanente dos o más elementos de igual o distinto material. A pesar de que el objetivo es muy parecido, ¡estéticamente no tienen nada que ver!
El remache consiste en un tubo cilíndrico con una cabeza al final y ésta es de mayor diámetro que el resto del remache. ¿Por qué?
El diseño de este elemento de fijación permite que a la hora de introducir éste en un agujero pueda ser encajado fácilmente. Todo ello con el fin de sujetar de manera resistente y segura aquellas piezas que deseamos unir, ¡especialmente en agujeros ciegos!
Un remache tiene tres partes muy diferenciadas:
- Cuerpo del remache de forma cilíndrica, conocido también como vástago o espiga. Esta parte es la que queda insertada entre las piezas unidas.
- Cabeza, ésta cuenta con un diámetro superior al resto del cuerpo. Y, como hemos indicado antes, sirve para sujetar de forma óptima ambas piezas por el agujero realizado previamente.
- El mandril es la parte larga y central del remache. Está parte es la que se inserta en la remachadora y que, además, quedará excluida de la unión.
¿Para qué se utilizan y qué tipos de remaches hay?
La técnica de la unión con remaches es uno de los métodos más antiguos, pero, aun así, también uno de los más utilizados.
Se pueden emplear en una gran variedad de sectores; los que más utilizan esta técnica de montaje, son: automotriz, industria, electrodomésticos, climatización y calefacción, tejados, etc.
Remache estándar:
Los remaches estándar son elementos de fijación que garantizan una solución firme y segura.
Se pueden unir diferentes tipos de materiales (aluminio, acero, cobre) ofreciendo un montaje rápido y económico.
Remache flor:
Este tipo de remache es perfecto para las aplicaciones con materiales blandos o de baja resistencia a la presión, como, por ejemplo, plásticos, fibra y madera. También, es útil para hacer uniones entre materiales rígidos con materiales blandos.
Además, este tipo de remache tiene una cabeza de cierre con un diámetro muy grande y distribuye la carga y la fuerza de apriete, reduciendo la probabilidad de un aplastamiento y el riesgo de rotura de los materiales. ¡Genial!
Este tipo de remache es utilizado en automoción, caravanas, trabajos de construcción y, ¡mucho más!
Remache paraguas:
Se adapta a variaciones de espesor al remachar elementos. Este remache es ideal para las aplicaciones de material blando o materiales de baja resistencia.
También, se adapta fácilmente a diferentes variaciones en el espesor de los materiales. Asimismo, tiene una alta resistencia a la corrosión. ¡Está claro que su nombre está bien elegido!
Remache molduras:
Remache personalizado utilizado para fijar molduras. Cuenta con un cuerpo escalonado que permite un montaje sencillo, rápido y de coste reducido. ¡Qué más podemos pedir!
Remache Estanco:
Como su nombre indica, garantiza una fijación estanca. Las uniones entre los materiales son completamente herméticas a los fluidos, por lo que evitan las fugas de líquidos o vapores.
¿Cómo lo consigue?
Pues, este tipo de remache evita las fugas, gracias a la retención de la cabeza del vástago en el interior del cuerpo del remache. Con éste, podrás evitar todo tipo de problemas eléctricos.
Además, con el remache estanco, tenemos la posibilidad de unir metal a metal (aluminio, acero, acero inoxidable) y plástico a metal. Es comúnmente utilizado en automoción (carrocerías, vehículos industriales), en electrodomésticos, en construcción, etc.
Ah, por cierto, existen diferentes tipos de cabezas en los remaches, ¿las conoces?
Bueno, seguro que sí, pero, por si tienes dudas, ¡aquí te las dejamos!
Podemos encontrar dos tipos de cabezas: alomadas y avellanadas. La verdad, que por los nombres que tienen, más o menos podemos hacernos una idea de cómo son, ¿verdad?
Alomada: ¡La más versátil! Si necesitas que tu remache se adapte a todo tipo de materiales, sin duda alguna, esta es la cabeza que debes elegir. Proporciona una gran superficie que le permite soportar la mayoría de los materiales.
Los únicos que no encajan bien con una cabeza alomada son los materiales frágiles que tienden a romperse.
Avellanada: Si lo que necesitas es unir dos piezas de mucho espesor, este tipo de cabeza es tu mejor opción. Además, su diseño permite conseguir una superficie plana.
Ventajas de las uniones remachadas:
- El método de unión es más barato,
- Se pueden unir dos o más piezas de materiales iguales o diferentes,
- Hay mucha variedad de remaches, ¡encontrarás el que necesitas seguro!
- Permite unir piezas, aunque sólo una de las partes sea accesible.
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Gracias, por entregar una descripción muy completa sobre el artículo, siempre es bueno seguir aprendiendo, felicidades.
Gracias por su comentario.