Los talleres de reparación de automóviles son espacios de trabajo donde el trabajador se expone a ciertos riesgos para su seguridad, como golpes, cortes, caídas, contactos eléctricos, ruido, quemaduras, contactos con sustancias peligrosas, sobreesfuerzos, entre otros. Evita accidentes y protege a tus trabajadores contando con un protocolo de buenas prácticas que establezca medidas de respuesta en caso de que ocurra un accidente.

Pasos a seguir para la prevención

Es primordial que todos los trabajadores estén concienciados e implicados en la prevención de accidentes y que exista un responsable que vele por el cumplimiento de todos los protocolos y medidas en esta materia.

No se debe ser permisivo, ya que cualquier descuido puede suponer un serio peligro para la seguridad de los empleados. Por ello, es recomendable utilizar una indumentaria correcta y elementos de protección específicos, evitando llevar objetos que puedan engancharse.

La higiene es un elemento importante; no se debe comer ni beber en la zona de trabajo, puesto que los alimentos se pueden contaminar con ciertas sustancias del taller. Además, los trabajadores deben intentar mantener las manos limpias antes y después de la reparación y recordar que está prohibido fumar.

Herramientas bien guardadas

Por lo que se refiere a las herramientas y equipamiento del taller, deben estar homologados y usarse de forma correcta, así como realizar el mantenimiento específico de los mismos. Además, se deben almacenar de un modo adecuado para que no se pierdan.

Si un equipo o máquina requiere medidas específicas de seguridad, éstas deben estar siempre visibles. Asimismo, hay que asegurarse de que no quedan piezas sueltas antes de comenzar a utilizar la máquina. Tampoco se debe olvidar el uso de protección cuando una herramienta pueda desprender o proyectar fragmentos.

Unas instalaciones seguras

En cuanto a las instalaciones, se debe comprobar regularmente que la instalación eléctrica se encuentra en perfectas condiciones, que hay una ventilación adecuada y que la temperatura en la zona de trabajo esté entre los 14 y 27 grados.

Los riesgos derivados de la exposición al ruido se deben eliminar o reducir al nivel más bajo posible. Además, se debe prestar especial atención a las condiciones lumínicas, ya que la actividad en el taller requiere una gran agudeza visual. Lo ideal es combinar la luz natural con la artificial cuando sea necesaria.

El espacio de trabajo ha de mantenerse limpio y ordenado para facilitar las tareas y evitar tropiezos, golpes o caídas.

Evitar accidentes en el taller es una tarea sencilla si sabes cómo. ¡Pon en prácticas estos consejos en tu taller!